La Calculadora de Leibnitz



La célebre calculadora inteligente del alemán Leibnitz fue uno de los primeros autómatas de las historia; pero sobre todo la informática le debe la genial idea de utilizar el sistema binario -0 y 1- como método de cálculo.
Su gran curiosidad científica le llevó a estudiar los campos de la lógica, matemática, física, biología, ingeniería, historia, política, filosofía, jurisprudencia, metafísica y teología. Esta relación de ciencias podrían hacer creer que su labor fue muy dispersa y no hizo nada en concreto; pero no es así.
Se esforzó por lograr una síntesis intelectual a la vez que propuso el establecimiento de un lenguaje universal, científico y formal. Relacionaba este proyecto lingüístico con su plan de reforma científica basada en un cálculo matemático de índole lógico-matemática.
En fin, la brillante constelación intelectual de teorías y trabajos de Leibnitz afecta de forma esencial a la computación y entrar en su historia por tres grandes logros:
  • La estructuración de procesos de resolución de problemas.
  • El formidable uso del sistema de numeración binario. Base de numeración empleada por los modernos ordenadores actuales.
  • La calculadora mecánica: En un principio estudió a Pascal y diseñó un añadido para que pudiera hacer multiplicaciones; pero abandonó este proyecto posiblemente porque ambas partes no se llegaron a adaptar y a acoplar correctamente.
La máquina que le ha dado tanta fama apareció en 1672, y se diferenciaba en la de Pascal en varios aspectos, tres de los cuales era que podía multiplicar, dividir y sacar raíces cuadradas. Constaba de dos secciones, una superior que contenía el mecanismo de inicialización y el registro de resultados. Y otra inferior donde se encuentra el mecanismo básico, el tambor en escalera.


Calculadora de Leibnitz.

Uno de los muchos problemas que tuvieron las máquinas de entonces era el acarreo de un dígito al siguiente, al pasar el primero de 9 a 0. Leibnitz casi resolvió este problema, ocasionando otro, y es que en el mecanismo que diseño un acarreo podía ocasionar otro acarreo en el dígito siguiente.

Tanto Pascal como Leibnitz se vieron afectados por la época ya que sus máquinas eran demasiado complejas para realizarlas a mano, y por ello sus máquinas no llegaron a ser tan perfectas como hubiesen podido ser.

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